miércoles, 21 de mayo de 2008

PCA-DOS


El Comité Provincial del PCA de Sevilla lo ha expuesto con rudeza pero, también, con una feroz sinceridad: El PCE está dispuesto a recuperar todo el protagonismo perdido desde la creación de Convocatoria por Andalucía. Consideran que "IU ha sido un instrumento más" en la estrategia política del PCE, "y como todos los instrumentos, se utiliza mientras sirve".
El PCE debe, según esta teoría, debe “recuperar su presencia institucional sin el paraguas de IU”, así como “poner a disposición de la organización comunista la financiación que los cargos públicos depositan ahora en IU”.
En este proceso, advierten de forma literal, todo es cuestionable, menos el PCE. Los que así lo hagan formaran parte de una caterva anticomunista y deberán ser “borrados”. Alertan, asimismo, que ningún miembro del PCE podrá formar parte de ninguna corriente o plataforma de pensamiento y están convencidos de que lo mejor es que el que no esté de acuerdo con estas decisiones se marche.
Alguien puede decir que esta es la posición sólo del PCA de Sevilla, pero el documento del PCA de Andalucía, con mayor cuidado, va por el mismo camino. Sin llegar a declarar que será el PCE el que se presente a las elecciones, sí mantienen que “todas las decisiones de IU habrá que debatirlas y acordarlas con anterioridad en los órganos del PCA” y, para que no quepa duda al respecto, establecen disciplina de voto de todos los comunistas en IU.
¿Cómo se puede compabitibilizar una izquierda unida abierta, plural, con miles de personas sin dependencia partidaria, con este modelo de PCE? Ojo, que digo “este modelo de PCE” y no excluyo, en absoluto a millares de comunistas que trabajan con espíritu unitario. Si el PCE impone las listas electorales y los programas políticos ¿para qué la existencia de IU?
No se pueden presentar alternativas a la situación de IU sin aclarar qué se piensa respecto a este tema candente. El documento de Julio Anguita pasa de puntillas sobre esta cuestión, como si no existiera. Pero existe, querido Julio.
Esa es la razón por la que no he pedido reingresar, ni lo haré, en el PCA y esa es la razón por la que sobrarán en esta querida organización todos los que piensen de diferente forma a su núcleo dirigente. Aunque algunos cierren los ojos porque la realidad les duela o porque les interese.